UN CARÁCTER QUE ILUMINE

Por Luis Gabriel Forero y Stella Diaz.

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Behaalotja (בהעלותך (que se traduce como: Cuando te eleves, Cuando hagas subir, Cuando Enciendas, Cuando Ilumines, etc… En esta Parashá (Números 8:1 a Números 12:16), A Aharón le encargan el encendido de las luminarias de la Menoráh (candelabro de siete brazos), la tribu de Leví se inicia en el servicio del Mishkán, purificándose a través de sacrificios. El primer Pesaj posterior al éxodo fue observado el día catorce de Nisán.

Un «Segundo Pesaj – pesaj sheni – פסחשני «es instituido para aquellos que estaban impuros y solicitaron que se les permitiera participar de las ofrendas de Pesaj, este día representa la «segunda oportunidad» que nos dá Di-s a través de la teshuvá, el poder del arrepentimiento y el «retorno». Como dice rabi Iosef Itzjak Schneerson «Pesaj Sheni indica que nunca está todo perdido». El Eterno le da instrucciones a Moshé sobre los procedimientos para los viajes y campamentos de Israel en el desierto, el pueblo israelí viaja en formación y ordenadamente desde el Monte Sinaí, donde habían acampado durante un año.

Pero, el pueblo empieza a quejarse, insatisfechos con el “maná”. La gente murmura y juzga el liderato de Moshé, lo cual despertó la ira de Di-s, desatándose un incendio en el campamento, generando terror y destrucción. El fuego se extinguió solo hasta que Moshé oró al Señor suplicándole por su pueblo. A pesar de todo, el pueblo no aprendió la lección y volvió a quejarse, esta vez por la falta de carne en el desierto. Las quejas y murmuraciones llevaron a Moshé a sentir que la carga de dirigir a su pueblo era demasiado grande, y ruega a Di-s que le quite la vida, argumentando que no puede solo con tanta carga.

Miryam habla negativamente de Moshé y es castigada con tzaráat (lepra); debiendo permanecer fuera del campamento. Moshé intercede por su curación y toda la comunidad tiene que esperar siete días para su recuperación y reintegración al campamento.
En esta porción de la Torá, una vez más, es puesto a prueba el liderazgo y el carácter de Moshé, quien a pesar de todo su esfuerzo, intermediación e intercesión entre HaShem y el pueblo, y los avances obtenidos; el pueblo de Israel se queja permanentemente, y nada los satisface, ni los mantiene contentos. Ante estas circunstancias es donde un líder debe mantener la calma, dominar su carácter y a la vez inspirar e iluminar con ejemplo a sus seguidores para alcanzar los objetivos y metas propuestas. En otras palabras, para alcanzar o lograr el Destino buscado, es fundamental no solo, la visión y el pensamiento estratégico del líder, sino además el Carácter que tenga; como se expresa en aquellas frases milenarias, redescubiertas por Samuel Smiles: “Siembra un PENSAMIENTO, y cosecharás una acción. Siembra una ACCIÓN, y cosecharás una disciplina. Siembra una DISCIPLINA, cosecharás un hábito. Siembra un HÁBITO, cosecharás un carácter. Siembra un CARÁCTER, cosecharás un DESTINO”.

Por lo anterior, recuerda: “Tu carácter determina quién eres. Lo que eres determina lo que ves. Y
lo que ves determina lo que haces. Tu vida espiritual se expresa a través de tu carácter. Es por eso que el desarrollo del carácter es el centro del desarrollo de la vida interior del SER; y, en consecuencia, debe volverse su prioridad” (Extractado de nuestro libro de Liderazgo por Valores

pág. 158).

El carácter empieza en el interior del hombre (una creencia convencional) y se expresa externamente (conducta consistente). Esa creencia o convicción interna define las orientaciones
por las cuales el individuo se relaciona con el mundo y las personas. El carácter define todo nuestro estilo de vida externo: conductas y actitudes. Enfocarse sobre el carácter es desarrollar la esfera interna del hombre (pensamientos, acciones, hábitos, capacidad de elección, formas de relacionarnos con otros, forma de sentir) Si los líderes fundamentan su vida en principios o verdades universales como elementos direccionales de sus vidas y acciones, lograrán resultados trascendentes. Los principios y valores universales y eternos expresados y condensados en la Torá, moldearán un carácter de ganador en el líder. El carácter es la fuente de credibilidad para los seguidores, para otros líderes y para la comunidad en general. La credibilidad le dará la capacidad de INLFUIR e ILUMINAR (guiar) con efectividad sobre sus seguidores y promover otros líderes. El líder que desarrolla un carácter basado en principios y valores universales tendrá la capacidad de ser un MODELO para otros y podrá ser un formador de otros líderes y hasta un reformador al dirigir para producir cambios positivos en las organizaciones y la sociedad. Un líder puede y debe cambiar la cultura organizacional. Los líderes que caen en la corrupción, se debe a que no desarrollaron ni el carácter, ni la espiritualidad capaz de vencer todas las presiones de una sociedad moderna. El líder debe desarrollar todas sus dimensiones de la vida: La dimensión física (el cuerpo), la dimensión psíquica (el alma) y la dimensión espiritual (el espíritu). La dimensión física o nuestro cuerpo, nos capacita para la interacción con el mundo físico a través de nuestro cuerpo y canales sensoriales (olfato, tacto, vista, gusto, oído, propiocepción, kinestesia, etc.). La dimensión psíquica o el alma es la integración de nuestro intelecto, cognición, emociones y voluntad. Esta dimensión nos comunica con la dimensión física y con la dimensión espiritual. Nuestra dimensión espiritual es la que nos ayuda a comunicarnos con el Creador Bendito, con el Espíritu Santo (Ruaj HaKodesh), brindándonos sabiduría y éxito; y por supuesto con nuestro Mesías Yeshua, como modelo de Carácter y Liderazgo dignos de imitar. Estas tres dimensiones apropiadamente desarrolladas y administradas por el líder, le conceden inteligencia intelectual para conocer y dominar la ciencia y la tecnología. También le ayuda a desarrollar inteligencia emocional o la capacidad de dirigir sus emociones hacia lo positivo y lo constructivo. Y finalmente la Inteligencia Espiritual o capacidad de poder vivir con base a principios universales y eternos, valores, virtudes y sabiduría con base al consejo de Di-s nuestro Creador. Es allí donde el Líder debe aprender a manejar sus emociones, fortaleciendo la Templanza, (como parte del fruto de la Ruaj HaKodesh), impidiendo que las emociones lo dominen, desarrollando su inteligencia Espiritual, para que el Eterno guie sus decisiones, ilumine sus planes y sus proyectos, pues “nadie es sabio en su propia opinión”, y así liderar en sabiduría, tomar decisiones acertadas, para cumplir propósitos eternos. A través de esta Parashá Behaaletja, el Eterno nos invita a que debemos subir de nivel y elevar nuestras capacidades, que si como líderes hemos fallado o caído, podemos orar, clamar por sabiduría; y además sabiendo que el Eterno brinda una “Nueva oportunidad” (como Pesaj Sheni) para reivindicarnos, arrepentirnos de lo que no hicimos bien, levantarnos, corregir y avanzar en Santidad, (como el pueblo de Elohim debe hacerlo); pues, el tiempo que estamos viviendo necesita con urgencia y diligencia Líderes temerosos de HaShem, que amen la Torá, que sean Esforzados y Valientes (Como Moshé, Yehoshua y por supuesto, nuestro Mesías Yeshua) que sean Luz expresada en la menoráh, sabiendo que somos esas chispas divinas de las que fuimos creados, y junto con Yeshua la Torá Viviente, la luz del mundo (Juan 8:12), la Menoráh que debe permanecer encendida, en nosotros que somos ese Mishkan, el Templo de Di-s, donde su Ruaj habita en nosotros (1 Corintios 6:9), por lo tanto, nuestra Luz debe subir de nivel, para el Servicio a Di-s, como nos dice La Palabra, que nuestra luz vaya en crecimiento: “Pero la senda de los justos es como la aurora: ¡su luz va en aumento, hasta la plenitud del día! El camino de los impíos es como la oscuridad; ¡ni siquiera saben contra qué tropiezan! Hijo mío, presta atención a mis palabras; inclina tu oído para escuchar mis razones. No las pierdas de vista; guárdalas en lo más profundo de tu corazón” (Proverbios 4:18-21 RVC) Una vida equilibrada y de impacto, es el resultado de la espiritualidad y de un carácter basado en principios y valores universales, en otras palabras, basado en la Torá, en el Tanaj, en la Brit Hadashá, en toda Sabiduría contenida en La Palabra de Di.s, ¡nuestro Manual de Vida! Para enfatizar la importancia del carácter nuestros antepasados solían decir: “Dinero perdido, nada perdido, Salud perdida, algo perdido, Carácter perdido, todo perdido” Es decir que el dinero no es nada, la salud es algo, pero el carácter lo es todo en la vida de un líder creyente. Otra vez, el carácter es el resultado de aplicar disciplinas basadas en principios y valores en nuestra vida. La repetición de esas disciplinas producirá un hábito en nosotros y ese hábito se convertirá en nuestro carácter y nuestra personalidad. Yeshua la Luz del mundo, nos llama a ser “Luz para otros”, Or Lagoim, Luz a las Naciones como dice el profeta Isaías (42:6 y 49:6) y como nos reafirma el Eterno con el nombre de esta Parashá Behaalotja, debemos elevar, ascender, encender, iluminar, ser portadores de la Luz del Mashia, para transformar ambientes:

“Nadie enciende una lámpara para luego ponerla en un lugar escondido o cubrirla con una vasija, sino para ponerla en un candelero, a fin de que los que entren tengan luz… Asegúrate de que la luz que crees tener no sea oscuridad. Por tanto, si todo tu ser disfruta de la luz, sin que ninguna parte quede en la oscuridad, estarás completamente iluminado, como cuando una lámpara te alumbra con su luz” Lucas 11:33-36.
Recordemos el refrán que dice que “La queja trae pobreza, la Gratitud, trae Abundancia”; por la
queja y murmuración el pueblo de Israel tuvo que padecer en el desierto, y por la murmuración de
una persona, se afectó a todo un grupo, como el caso de Miryam; aún así el Eterno respondió a
la intercesión de Moshé. Que nosotros no caigamos en esto, sino por el contrario, seamos de los
que agradecemos y vivimos con un actitud de Gratitud; por ello que, como Líderes Referentes del Mesianismo de Yeshua, nuestra Luz debe ascender, crecer, ¡permanecer viva y purificándonos; y así forjar un Carácter que ilumine, que guie en santidad, que inspire, que hable lo bueno (Lashon Tov), que avive el crecimiento espiritual en quienes nos siguen o nos rodean, que persuada a otros a salir de la oscuridad, de la queja, de la inclinación al mal, de la crítica; y oriente a quienes han perdido el rumbo con falsas y huecas ideologías, para guiarlos al Camino, la Verdad y la Vida que es nuestra Menoráh, Yeshua, la Luz del Mundo.

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Shavua Tov

LuisGabriel Forero & Stella Díaz de Forero

Ingeniero Industrial y Terapeuta del Lenguaje y la Comunicación, Empresarios, Executive Master Coachs, Conferencistas.

Su propósito: Transformar vidas desde su empresa de Consultoría Gerencial en Liderazgo, SoftSkills y Habilidades Directivas; todo fundamentado en valores.
Son Cabeza del Ministerio de Empresarios & Emprendedores Yovel