Iom Hakipurím
Es el día de mayor solemnidad para el pueblo de D-os, que se conmemora en medio de un ayuno completo. También se conoce como el día de expiación. En este día finalizan los diez que Di-s nos concede en su misericordia desde Iom teruá, para arrepentirnos del pecado y estar limpios para acercarnos a Él.
¿Qué se conmemora?
Una nueva oportunidad para acercarnos a Di-s, justificados por su misericordia para ser inscritos en el «Libro de la vida».
En tiempos del tabernáculo y del Templo de Jerusalén, el supremo sacerdote intercedía cada año por el perdón de sus pecados y del pueblo. Era el único que podía entrar al lugar santísimo del santuario. Ahora, nuestro intercesor es Yeshúa.
Referencia bíblica sobre la fiesta
“Y el SEÑOR habló a Moisés, diciendo: A los diez días de este séptimo mes será el día de expiación; será santa convocación para vosotros, y humillaréis vuestras almas y presentaréis una ofrenda encendida al SEÑOR. Tampoco haréis ningún trabajo en este día, porque es día de expiación, para hacer expiación por vosotros delante del SEÑOR vuestro Di-s. Si alguna persona no se humilla en este mismo día, será cortada de su pueblo. Y a cualquier persona que haga trabajo alguno en este mismo día, a esa persona la exterminaré de entre su pueblo. No haréis, pues, trabajo alguno. Estatuto perpetuo será para vuestras generaciones dondequiera que habitéis. Será día de completo reposo para vosotros, y humillaréis vuestras almas; a los nueve días del mes por la tarde, de una tarde a otra tarde, guardaréis vuestro reposo” (Levítico 23:27-32).
Tiempo de conmemoración
Esta celebración comienza un poco antes de la puesta del sol del 9 de tishri (séptimo mes bíblico) y termina 25 horas después. Es un día de ayuno completo, oración y reflexión personal y colectiva en la congregación o sinagoga, con el fin de alcanzar un verdadero arrepentimiento, reparar el daño por el pecado y acercarnos nuevamente a Di-os.
Esta fiesta se relaciona proféticamente con la segunda venida del Mesías, la restauración de Israel y el juicio final del mundo.
Iom Kippurím se puede leer como Iom ke-Purím, «Un día como Purím», esto es un día de liberación y salvación. El sacrificio de Yeshúa es el más grande de los «Purím», para recibir la salvación. Cuando el Mesías regrese, la expiación de pecados será completa.