Hasbará

Con 1300 millones de musulmanes y 2100 millones de cristianos (fuente Wikipedia), los 14 millones de judíos que habitan el planeta constituyen una franca minoría. En el mundo existen 56 países de mayoría musulmana, 29 de mayoría Católica Romana, 12 de mayoría Católica Ortodoxa y 4 de mayoría Hindú; sólo existe un país cuya mayoría es Judía: Israel y sin embargo hoy por hoy es el único país en el seno de las naciones que tiene que defender y justificar su existencia. Israel es 55 veces más pequeño que Colombia, la totalidad de su territorio (20769 Km2) cabe en el departamento de Cesar (22905 Km2), sin embargo muchos acusan a Israel de imperialista. Israel es la única democracia verdadera en medio oriente, es el único lugar en medio oriente donde los musulmanes, las mujeres y los homosexuales tienen plenitud de derechos civiles y sin embargo Israel es resentido por la Asamblea Nacional de las Naciones Unidas con 223 condenas, un hecho llamativamente contrastable con las 0 condenas que han recibido Nigeria o China, países con un historial atroz de violaciones a los de derechos humanos (Fuente http://hatzadhasheni.com).

El antiguo antisemitismo ha sublimado en forma de un antisionismo mordaz, que disfraza de defensa del pueblo Palestino, aquello que simplemente es fobia antijudía. Preocupa que en extensos sectores de opinión no se busca una verdadera defensa del pueblo Palestino, sino apenas una argumentación judeofóbica autómata; no aman a Palestina, simplemente odian a Israel.  En septiembre de 2011, Binjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, declaró en la ONU: “Israel será el primer Estado en reconocer a un Estado Palestino, a cambio pedimos que nos reconozcan como un Estado judío y que se adopten medidas para garantizar a Israel, que el Estado Palestino no sea una base terrorista Iraní como lo es Gaza”. Ese beneficio de reconocimiento no es concedido por los sectores de opinión más virulentos que simplemente reclaman de forma incendiaria la aniquilación de Israel.

Tristemente el Islam radical (hay que decirlo: en contraposición al Islam moderado) dentro de su doctrina alienta a la mentira como un arma de guerra contra el infiel (Taqiyya: permiso de mentirle al infiel para bien del Islam). Por estas razones, la Fundación Mesiánica Yovel, siente un llamado moral y ético al servicio de defensa de la verdad (hasbará: esclarecimiento), en defensa del derecho del pueblo judío a existir como nación en el Estado de Israel, en defensa de los derechos del pueblo Palestino a habitar de forma digna y segura la tierra (sin detrimento del derecho de Israel a existir), en defensa de los derechos civiles de todo judío en la diáspora, derechos tan seria y constantemente afectados a lo largo de la historia. Acudir a la verdad, solo la verdad y nada más que la verdad, es la norma en occidente, lo moralmente correcto, probablemente el lado correcto de la historia.

Edwin Silva Monsalve
Comunitario.