La llave del corazón de Di-s
Por Natalia Lara
Si las ofrendas acercan la presencia del Eterno hacia nosotros ¿Qué sacrificio es el más apto para hacerlo? a. Olá – Minjá, b. Jatat – Asham, c. Milluim – Shelamin… si lo desconoces, mejor continúa leyendo…
La parashá de esta semana צו Tzav -ordena- [Lv 6:8-8:36] describe el papel que tenían los sacerdotes en cada una de las ofrendas que se hacían en el tabernáculo, pasando del propósito y pasos de cada ofrenda -explicados en Vayikra [Lv 1:1-6:7]-, a la descripción detallada de la tarea de los sacerdotes para que los sacrificios fueran aceptados.
La palabra ofrenda en el hebreo es korban קָרְבָן (S. 7133), significa ofrenda, presente, algo que hizo acercar el altar, un regalo de sacrificio. Viene del hebreo karab קָרַב (S. 7126) que significa no solo ofrecer, sino también acercarse y enfoque. El propósito general de las ofrendas es exactamente ese: acercar la presencia del Eterno hacia nosotros y enfocar nuestra vida en él. En Vayikrá y Tzav se describen seis tipos básicos de ofrendas1,2 [Lv 7:37]:
- Olá עֹלָ֤ה (S.5930) es el holocausto u ofrenda de ascensión, donde un animal (ganado vacuno, ovejas, cabras o aves) es totalmente quemado [Lv 1:1-17, 6:9-14]. Aunque principalmente tiene un carácter expiatorio, también Noaj [Gn 8:20] la ofreció al salir del arca, Isaac iba a ser ofrendado como olá [Gn 22:2-13] y Yitro la hizo luego de reencontrarse con Moisés [Ex 18:12].
- Minjá מִנְחָה (S.4503) es la ofrenda vegetal (harina con aceite) la cual también es totalmente quemada [Lv 2: 1-16, 6:14-18]. Debe ofrecerse sin levadura y de haber levadura en las primicias, éstas no suben al altar [Lv 2:12]. Tanto la ofrenda de Olá como la minjá pertenecen al grupo de los kodshei kodashim, es decir los sacrificios más sagrados, de los cuales no se come ninguna porción.
- Shelamim שֶׁ֫לֶם (S.8002) es la ofrenda de paz que se ofrece para expresar alegría y gratitud a Hashem [Lv 3:1-16, 7:11-34]. Al ser compartido por las tres partes (Di-s, el oferente y sacerdote), simboliza la creación de paz en el mundo, y trae paz y amistad.
- Jatat חַטָּאָה (S.2403) es la ofrenda de expiación, por el pecado por error, así como por testimonio falso, impureza ritual o juramentos en vano. La ofrenda vegetal en este caso no lleva ni aceite ni sal. [Lv 4:1-5:13, 6:25-30].
- Asham אָשָׁם (S.817) es la ofrenda por la culpa y la iniquidad: robo, uso indebido de lo que pertenece a Hashem y pecado por desconocimiento de la ley. Cuando se trata de robo o uso indebido, el oferente debe además añadir una quinta parte a lo que devuelve como restitución. [Lv 5:14-6:7, 7:1-6].
- Miluim מִלֻּאּים (S.4394) es la ofrenda de consagración de los sacerdotes. Es una ofrenda mecida. Contiene ofrenda animal y vegetal, las cuales no solo se queman delante del Eterno, sino que además se usan juntas (sangre y aceite) para santificar a los sacerdotes [Lv 6:19-22, 8:22-33].
Aunque la destrucción del templo de Jerusalén (año 70 E.C) imposibilito este tipo de ofrendas, existe un sacrificio más importante que el Eterno demanda “El sacrificio que le agrada es un espíritu quebrantado; tú, oh Dios, no desprecias al corazón quebrantado y arrepentido” [Sal. 51:17]. En ese sentido, los principios que describe esta parashá para las ofrendas, son también aplicables a este sacrificio:
- La ofrenda debe pasar por fuego y ser completamente quemada [Lv 6:22-23]. El fuego representa el Ruaj Hakodesh el cual debe transformarnos completamente. También se refiere a las pruebas que nos moldean: “para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual, aunque perecedero se prueba con fuego” [1 Pe 1:7]
- Se debe elevar como aroma grato [Lv 6:15]. El mejor aroma para el Eterno tiene que ver con nuestro testimonio: “lleven una vida de amor, así como Mashiaj nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios” [Ef 5:2].
- No tener levadura [Lv 6:17]. La levadura es un símbolo del pecado y debemos despojarnos de él para ser ofrenda acepta: “Así que celebremos nuestra Pascua no con la vieja levadura, que es la malicia y la perversidad, sino con pan sin levadura, que es la sinceridad y la verdad” [1 Cor 5:8]
- Ser una ofrenda mecida [Lv 8:29]. Que algo sea mecido, significa que sea movido, por lo que debemos estar dispuestos a que Hashem sacuda nuestra vida. Él promete [Heb 12:26-27] que, así como una vez hizo que temblara el monte Sinaí, de la misma manera hará que tiemble nuestra vida, para remover las cosas movibles para que permanezca lo inconmovible: “ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno” [2 cor 4:18]
Sin embargo, por más esfuerzos que hagamos, nuestra ofrenda siempre será imperfecta -tal como lo es nuestra esencia-, por lo que Di-s dispuso el sacrificio perfecto: Yeshúa, quien entregó su vida para redención. En [Isaías 53:10], se dice que él, como Mesías, pondrá su vida en expiación por el pecado. La palabra hebrea que aquí se usa para expiación es Asham, la misma de la ofrenda por la culpa y la iniquidad [Lv 5:14 – 6:7]. Y ya que el Asham expía el pecado cometido por desconocimiento de los mandamientos de Hashem [Lv 5:17], el sacrificio del Mesías es capaz de redimir aún el tiempo que estuvimos apartados del Eterno y su Torá -instrucción-, permitiendo que nuestra vida sea una ofrenda acepta para el Padre Celestial, y por medio de Yeshúa nos acerquemos confiadamente a su corazón.
Shavua tov!
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Fuentes:
- Tzav. “El pequeño midrash dice”. Editorial Bnei Sholem.
- http://www.messianictorah.org/es/weeklyparasha.htm#_ftn1
- http://bibliaparalela.com/strongs.htm