KI TETSÉ (כִּי תֵצֵא) A PROPÓSITO DE LA MADRE Y SUS POLLUELOS
Por: Rocio Delvalle Quevedo
¿Crees que los postulados de la Torá y los postulados de la teoría evolutiva y sus derivados son irreconciliables? Cuando termines de leer la siguiente reflexión, me cuentas si piensas lo mismo…
En la Escritura encontramos algunos mandamientos que los sabios de nuestro pueblo, Israel, han denominado Jukim, ya que éstos deben ser obedecidos, aunque al parecer no hay ninguna explicación lógica de lo que ellos significan. Uno de estos mandamientos se encuentra en Devarim/Deuteronomio 22:6-7, que dice: “Si en el camino te encuentras el nido de un ave en un árbol o en el suelo, y a la madre echada sobre los polluelos o sobre los huevos, no te quedes con la madre y con la cría. Quédate con los polluelos, pero deja ir a la madre. Así te irá bien y gozarás de larga vida” (NVI).
Como creyente en Elohim (Di-s) y seguidora de Yeshúa (Jesús) primeramente, pero también como bióloga, soy una convencida de que, contrario a lo que algunos han querido vender, la ciencia, sus postulados y su ejercicio profesional en ningún momento implican la negación del Altísimo, ni tiene porque ponerse en contraposición al cumplimiento de su Palabra. Y en mi experiencia personal he encontrado que, por el contrario, el conocimiento que aporta la ciencia, así como la vida piadosa y el estudio de la Torah (biblia), llegan a complementarse de una forma muy enriquecedora.
Es así como, estudiando en mi libro de evolución encontré un concepto, que los biólogos han denominado “tamaño efectivo de población”, el cual corresponde al conteo únicamente de los individuos dentro de la población que son reproductivamente activos, es decir, que son aptos para producir descendencia viable y aumentar así el tamaño de la población (Futuyma, 2005). Es así como los recién nacidos y juveniles, no se tienen en cuenta ya que aún no están listos para traer nuevas criaturas al mundo, ni tampoco los más ancianos pues no pueden contribuir con nuevos miembros a la población.
De acuerdo a lo anterior, para una población tiene un efecto negativo más considerable la pérdida (muerte) por depredación, caza o enfermedad, de un individuo reproductivamente activo, ya que no solo se pierde dicho individuo, sino los potenciales individuos que podrían haber sido aportados por éste. Con base en este concepto, ya incluso existen algunas normatividades ambientales, que regulan la caza de algunas especies, según las cuales, si se permite la caza, no se pueden cazar hembras embarazadas o individuos reproductivamente activos.
Con relación al verso de la Escritura citado previamente, es interesante ver cómo en un nido, la hembra es el individuo reproductivamente activo, mientras los huevos o los polluelos son esos miembros de la población que no hacen parte de su tamaño efectivo. De acuerdo con el concepto de tamaño de población efectiva y sus implicaciones, se podría pensar que es mejor que se deje ir a la madre de los polluelos, pues ésta puede volver a poner huevos, pero los polluelos no podrían sobrevivir sin su madre.
Referencia
FUTUYMA, D. 2005. Evolution: Chapter 14: Conflict and Cooperation. Sinauer Associates, INC.
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Soy bióloga con maestría en Medio Ambiente y Desarrollo de la Universidad Nacional de Colombia, Creyente en el Mesías Yeshua desde la cuna, miembro activo de la Comunidad Mesiánica Yovel y felizmente casada. El estudio de la creación del Altísimo ha sido mi pasión, y me deleito en ampliar mi comprensión del textos bíblico desde el conocimiento de las Ciencias Ambientales.