LA FELICIDAD EN EL LIDERAZGO-PARASHÁ NITZAVIM
Por Luis Gabriel Forero y Stella Diaz.
La felicidad no es una meta, sino un estilo de vida, ¡una firme decisión!
El judaísmo ve la felicidad y la alegría como una fuerza importante y como un estilo de vida, más que como un objetivo final o un propósito de vida. Quienes persiguen la felicidad de manera individual pueden, paradójicamente, alejarse de ella, pues la búsqueda de la satisfacción individual puede llevar al egoísmo. La parashá Nitzavim que significa “estar firmes”, enseña la importancia de la lealtad y la fidelidad a Elohim y a Su Palabra. El mandamiento de «Estar firmes y Elegir Vida» (Deuteronomio 30:19-20) es una decisión personal de mejorar y cambiar de manera positiva, y la felicidad es una consecuencia de esta elección; en esta porción, tanto Moshé como el pueblo de Israel, eligen la vida en lugar de la muerte, estar firmes por la vida, que se encuentra al amar y obedecer a HaShem, seguir sus caminos y guardar sus mandamientos.
La Felicidad en el Liderazgo se refiere a la capacidad del líder para saber elegir y fomentar en sus seguidores el bienestar integral que impacta positivamente en la productividad, la creatividad y el compromiso de los colaboradores y de los equipos al interior de un grupo, de una organización.
La parashá Nitzavim se enfoca en Moshé como Líder reuniendo a todo el pueblo de Israel para renovar el pacto con el Eterno antes de entrar a la Tierra Prometida. Moshé enfatiza que el pacto es vivir de acuerdo con la Torá y el libre albedrío al presentarles la vida y la muerte, con la opción de elegir la vida y lo que implícitamente conlleva (Felicidad, Bienestar, Prosperidad, Equilibrio, etc.). Esta porción, también predice el futuro exilio del pueblo por el incumplimiento del pacto, pero asegura que las palabras de la Torá nunca serán olvidadas. El día en que debía morir, Moshé reunió a todos los hombres, mujeres y niños de Israel para comprometerlos en un pacto con Di-s, según el cual no sólo los benei Israel presentes eran confirmados como el Pueblo Elegido, sino también todas sus generaciones futuras.
Posteriormente, se formuló una advertencia a todo aquel que considerara rechazar a HaShem en la creencia de que las maldiciones antes mencionadas no se desatarían sobre él. Esta actitud provocaría la ira de Adonai y la persona en cuestión sería borrada de la faz de la Tierra. Si era el pueblo el que pecaba, toda su tierra sería destruida. Cuando las generaciones siguientes preguntaran sobre las causas de esa destrucción, se les respondería que había sobrevenido a
raíz del abandono de Di-s y de sus mandamientos. Después que los judíos hubieran experimentado la bendición y la maldición de Di-s, y retornado a Su congregación, HaShem los reuniría de la dispersión y los regresaría a la Tierra Prometida.
Entonces la maldición sería transferida a los enemigos que habían perseguido y oprimido a los judíos. Y el pueblo de Israel, por su parte, disfrutarían de las bendiciones de prosperidad y felicidad, siempre y cuando aceptarán y observaran plenamente los mandamientos divinos. En consecuencia, el pueblo debía comprender que la elección entre la vida y la muerte, entre el bien y el mal, era suya, y sólo suya. El cielo y la tierra son testigos eternos de este ofrecimiento. Si los hijos de Israel eligen adherirse a Hashem, serán felices y prosperarán; de lo contrario, perecerán.
Dentro de la parashá Nitzavim, podemos destacar los siguientes puntos claves:
a) El Pacto Renovado: Moshé reúne a todo el pueblo, incluyendo hombres, mujeres, niños y extranjeros, para reafirmar el pacto entre Di-s e Israel.
b) La Proximidad de la Torá: Moshé les recuerda que los mandamientos de la Torá están cerca de ellos, en su corazón y en su boca, no están en el cielo ni en lugares lejanos, sino que deben ser practicados activamente.
c) Libre Albedrío y Elección: La parashá Nitzavim presenta al pueblo de Israel la elección entre la vida y la muerte, lo bueno y lo malo, y los insta a elegir la vida eligiendo seguir los mandamientos de Di-s.
d) El Futuro del Pueblo: La parashá incluye una predicción de que el pueblo judío eventualmente se apartará del pacto y sufrirá el exilio.
e) El Testimonio del Canto: Moshé es instruido a enseñar al pueblo un canto que servirá como testimonio para Di-s, de la alianza y de la futura traición del pueblo, pero que también servirá para recordarles la Torá.
La palabra «nitzavim» como afirmamos anteriormente significa «están firmes» o «erguidos» o “de pie”, y se refiere a todos los israelitas parados en presencia de Di-s, escuchando las palabras de Moshé antes de entrar a la tierra.
Representa la idea de que el pueblo judío está unido, parado y firme en sus convicciones, preparado para el futuro y para vivir de acuerdo con los Mitzvot y con la voluntad de Di-s. ¡Y esto es lo que al día de hoy debemos imitar, estar firmes frente a la Torá, elegir la Vida, seguir a Yeshua!
La porción de Nitzavím contiene algunos de los principios más importantes y fundamentales de la fe judía:
1) La unión del pueblo judío: «Todos ustedes se encuentran hoy firmes ante Di-s, su Elohim, los jefes de sus tribus, los ancianos, los oficiales, todos los hombres de Israel; los niños, las mujeres, el extraño que vive con ustedes; desde el leñador hasta el aguatero».
2) La futura redención: Moshé advierte sobre el exilio y la desolación de la tierra que ocurrirá si el pueblo abandona las leyes Divinas. Sin embargo, luego profetiza que, al final, «Retornarás hacia HaShem… Aunque tus desterrados estén en el extremo del cielo, también de allí te reunirá Di-s… y te traerá a la tierra que tus padres poseyeron».
3) La practicidad de la Torá: Porque este mandato que te prescribo hoy no está más allá de ti, ni está
lejos. No está en el cielo… No está del otro lado del mar… Por el contrario, es muy cercano a ti, en tu boca, en tu corazón, para que lo lleves a la práctica. 4) El libre albedrío: «Mira, pongo ante ti hoy, la vida, la felicidad y lo bueno, así como la muerte y lo malo… Y elegirás la vida». La parashá Nitzavim enseña que la verdadera FELICIDAD se encuentra en la elección de la vida y en la fidelidad a Di-s, no en la búsqueda de placeres externos o la autoindulgencia.
La felicidad es una forma o estilo de vivir, es un estado constante de alegría que surge de estar firmes en las convicciones, cumplir los mandamientos y vivir con gratitud y lealtad a la alianza con HaShem, no de la búsqueda egoísta de la satisfacción personal. 5) La alianza con Di-s. Nitzavím trata de la renovación de la alianza entre Di-s y el pueblo judío, que todos están obligados a cumplir para obtener bendiciones. La felicidad se alcanza al estar firme en los caminos del Eterno y al poner en práctica Sus palabras, especialmente al pasar ese testimonio de fe a las nuevas generaciones.
6) La verdadera fuente de la felicidad. La felicidad se encuentra en la conexión personal y directa con
Di-s a través del estudio de la Torá, que es el tesoro escondido y la fuente de la verdadera vida. La gratitud por los logros como bendiciones de Di-s, en lugar de como logros propios, también contribuye a esta visión de la felicidad.
El líder empresario que fomenta y promueve la felicidad crea ambientes de trabajo vitales, positivos y productivos, ya que los colaboradores o empleados felices son más comprometidos e innovadores. Promueve la salud laboral, pues un buen ambiente activa la química cerebral (dopamina, serotonina entre otras hormonas de la felicidad) para el buen desarrollo de las labores. Para generar esto, los líderes deben dar autonomía, reconocer los logros, crear un sentido de pertenencia, promover paz, estabilidad y ser un ejemplo de optimismo. La felicidad del líder se traduce en una cultura organizacional próspera, donde el bienestar y la resiliencia son fundamentales para la vida y el éxito a largo plazo.
Moshé como proto-líder y YESHUA como nuestro LÍDER de líderes, nos inspiran a vivir un Liderazgo con propósito y gozo: debemos ver la Felicidad como la clave del Liderazgo, pues un buen líder debe ser una persona entusiasta, al guiar, dirigir y motivar un grupo de personas hacia el cumplimiento de unas metas y objetivos colectivos y por supuesto lo vemos en esta parashá donde Moshé busca la unidad y bienestar del pueblo; y así lograr unos seguidores felices y satisfechos. Un buen líder debe ser capaz de generar felicidad a su alrededor, sabiendo que esto no riñe con el compromiso, la responsabilidad y la eficiencia, logrando transmitir firmeza, es lo que denominamos: “Rigor con Amor
y Estrictos, pero benevolentes”. Es imposible ser un buen líder, si no generas bienestar a tu círculo de influencia.
Un buen líder no es simplemente una persona al mando: es una guía, una luz, una influencia, que tiene que saber cómo animar, rediseñarse, enfocarse, inspirar y motivar a su equipo, para hacerles sentir parte de un propósito común. Es una persona que actúa como guía o “patriarca” (como Moshé) de un grupo. Su conducta o sus palabras están dirigidas a incentivar a las personas para que trabajen en conjunto por un objetivo común y con una mentalidad de crecimiento; debe ser un Líder temeroso de HaShem, que está siempre en comunión con Él, y en sus actos y decisiones
se refleja su Fe.
Algunas de las características más importantes de todo líder exitoso son: Saber escuchar a los integrantes de su grupo, acercándose a cada uno de ellos y dedicando el tiempo para conocerlos, prestando especial atención a sus necesidades; no mostrándose como jefe autoritario, sino intentando dar un espacio a cada uno, para que todos sientan que forman parte, construyen entre todos, y que sus propuesta y decisiones se tienen en cuenta; un líder aprende de sus errores y
no tiene miedo al cambio. Un buen líder es feliz, pudiéndose medir el clima organizacional por el ambiente, y por el porcentaje de risas que se escucha cada día. Un líder feliz consigue habitualmente mayores éxitos que los infelices, y sobre todo, este tipo de líder, genera a su alrededor un buen ambiente laboral y un estado de ánimo bueno, agradable y positivo en sus colaboradores y clientes marcando la diferencia y logrando mejores resultados.
La felicidad no se puede encontrar en el exterior de la empresa, organización, grupo, comunidad o familia. No es una opción a ser adquirida o un conjunto de condiciones, sino un estado de ánimo interno. La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo, pero han aprendido a sacar lo mejor de lo que tienen. La Felicidad incrementa la productividad y por ende la rentabilidad, siendo más efectivos eficaces y eficientes.
La felicidad en el liderazgo se refiere a la capacidad del líder para fomentar un bienestar integral que impacta positivamente a su equipo y círculo de influencia. Un líder positivo y feliz puede adoptar un estilo transformacional, inspirar confianza y animar a sus colaboradores al alinear metas personales y profesionales, lo que promueve una cultura organizacional de alto rendimiento y satisfacción laboral. Para cultivar una felicidad auténtica, es clave el desarrollo de la autorregulación emocional, el fomento del crecimiento profesional y la creación de un entorno de confianza y apoyo mutuo dentro del grupo (empresa, comunidad, organización).
La Felicidad en el Liderazgo implica bienestar integral, tener la felicidad como estrategia profesional que impulsa la productividad, aumenta la innovación, evita la rotación, genera sentido de pertenencia y se convierte en un estilo de Liderazgo Positivo. Es necesario que el Líder sea coherente con sus convicciones, sus creencias y su Fe (Mesiánica), inspirando a otros este estilo de vida feliz.
Si quieres ser feliz en tu liderazgo personal y profesional, elige con firmeza, elige con sabiduría: elige la VIDA, elige seguir a YESHUA, Él es la Vida, Él mismo es la vida eterna, como dice en 1 Juan 5:20:
“Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento a fin de que conozcamos al que es verdadero; y nosotros estamos en aquel que es verdadero, en su Hijo Yeshúa HaMashíaj. Este es el verdadero Dios y la vida eterna” (LBLA revisada); deja de buscar en los logros y las circunstancias y renueva tu mentalidad como la gente feliz, practicándola y contagiándola a diario con tu estilo de vida coherente, obedeciendo y cumpliendo los mandamientos de la Torá. Todo empieza en ti como líder, firme en el don del Liderazgo que el Eterno te dio, no depende de nadie ni nada más.
¡Es imposible hacer un mundo mejor sin felicidad! Y la verdadera Felicidad del Líder por Valores es seguir la Torá Viviente ¡Yeshua HaMashia!
Como Líderes debemos ¡elegir la Vida (amar y cumplir los mandamientos) y en consecuencia la Felicidad!, potenciando la inteligencia Emocional y Espiritual, Fomentando el propósito de vida personal y colectivo, el crecimiento profesional, estableciendo objetivos y metas claras, generando confianza, coherencia y creando un ambiente agradable de cooperación y apoyo, para lograr el crecimiento, bienestar, estabilidad, rentabilidad y productividad en cualquier área de desempeño.
Cultivando arduamente el Fruto de la Ruaj Hakodesh (Gálatas 5:22) al estar gozosos, estar siempre
gozosos, alegres y felices, como se afirma en 1 Tesalonicenses 5:16. ¡Líder, elige ser Feliz, elige con firmeza a Yeshua, el camino, la Verdad y la VIDA!
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