APRENDE LA LECCIÓN
Por: Moshé Hernandez
“Envía por ti hombres y encárgales que espíen la Tierra de Canaán que Les he dado a los Hijos de Israel; un hombre por la tribu de sus padres enviarás, cada uno será un líder entre ellos” (Nm 13:2).
Rashi hace un comentario sobre este versículo con respecto a las palabras שלח לך אנשים (Envía por ti hombres) y se pregunta: “¿Por qué el pasaje de los espías está ubicado junto con el pasaje de Miriam?”.
Ante esto debemos recordar que “el incidente de Miriam tuvo lugar en Jazerot (Nm 11:35; 12:16). Rashi es de la opinión que el incidente de la disputa de Kóraj con Moshé, que se encuentra en el capítulo 16, también tuvo lugar en Jazerot (ver Rashi en Deuteronomio 1:1). El pecado de los espías tuvo lugar después de la disputa de Kóraj porque fueron enviados desde el desierto de Parán (Nm 13:3), donde los Hijos de Israel acamparon después de Jazerot (ver Nm 12:16). Rashi se pregunta por qué la Torá hizo un punto de yuxtaposición del pasaje de los espías y el pasaje de Miriam cuando el pasaje de los espías tuvo lugar cronológicamente después de la disputa de Kóraj (Mizraji; Sefer Zikaron; ver también Tzeidah LaDerej).
Rashi continúa: “Porque ella fue golpeada por asuntos del habla, lo cual habló contra su hermano, mientras que estos malvados, los espías, vieron lo que le sucedió a ella y aun así no aprendieron la lección de ella” (Tanjuma 5).
¿Por qué pecar con la boca es más complejo que solamente actuar?
Hemos leído en pasajes previos (Tazría-Metzorá) que lo que se habla tiene una igualación a lo que se hace, porque expresa la realidad de las personas. Esto es bien sabido también dentro de la psicología social en donde se dice que el lenguaje es la forma de manifestar la realidad social de las personas mismas, es decir, es un medio comportamental de información sobre lo que cada persona percibe según la manera en la que ha interactuado con sus pares sociales.
Esto nos enseña que los espías, que eran hombres de renombre, tenían una dificultad en su carácter y por ende les llevaba a expresar su realidad de esa manera porque los constructos mentales que se elaboran por generaciones son constructos que se convierten en una realidad social para ciertos grupos y eso hace la percepción de esa realidad por parte de los individuos presentes en ese círculo se vea distorsionada y por ende su comportamiento se habitúe a ese mismo contexto.
¿Y nosotros qué?
Rav Shaúl nos presenta una enseñanza basada en varios de los acontecimientos sucedidos en estas parashot que leemos en Bemidbar (Números), leemos: “No obstante, Di-s no se complació con muchos de ellos porque fueron golpeados en el desierto. Ahora, estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros para que no ansiemos malas cosas, tal como hicieron ellos” (1 Co 10:5-6).
Aquí Rav Shaúl nos enseña que la manera en la que expresemos nuestra realidad sea completamente diferente a la manera en la que la hizo la generación del desierto, la cual pereció, porque nuestra manera de expresar la realidad debe ser tal como HaShem mismo la ha dicho: “la Tierra de Canaán que Les he dado a los Hijos de Israel” (Nm 13:2).
En otro lugar, Rav Shaúl también enseña: “Que su palabra siempre sea con gracia, sasonada con sal, para saber cómo brindar una respuesta para todos” (Col 4:6), es decir, que sepamos como responder, aunque la situaciones parezcan adversas y de esa manera sepamos diferenciarnos en acciones (físicas y palabras) de la generación del desierto.
¡Que lección tan maravillosa! Shemá miná (de aquí aprendemos) que el comportamiento y las consecuencias que otros reciben deben ser lo suficientemente fuertes para moldear nuestro comportamiento, es decir, debe ser suficiente ver lo que les sucede a otros para que no repitamos el mismo error y seamos susceptibles del mismo castigo o uno similar.
¡Shavua Tov!
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Moshé Hernandez
Psicólogo de la Konrad Lorenz Fundación Universitaria. Gabai de la Comunidad Mesiánica Yovel, maestro del ministerio Yeladim, miembro del ministerio de Danzas. Apasionado por el hebreo y otros idiomas.