Consuelen a mi pueblo
Por: Martha Tarazona
“Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros, y en Jerusalén tomaréis consuelo” [Is. 66:13].
En la lectura de los profetas de la parashá Vaet Janan, dice HaShem consolaos consolaos pueblo mío [Isaías 40:1]. Está haciendo dos declaraciones; una de consuelo y otra que es su pueblo.
¿Qué significa consolar a Israel?
La palabra consuelo es la # 5164 del Strong (nókjam), de la # 5162 (nakjám) que significa tener compasión, aliviar, aplacar, atenuar, consolar y misericordia.
El profeta Isaías relata el consuelo al pueblo de Israel:
En Isaías 40 el profeta habla que el pecado de Israel ya ha sido perdonado que HaShem apacentará a su pueblo como buen pastor, que las naciones son como nada delante de la presencia del Omnipotente y que es Él quien da nuevas fuerzas al cansado.
“Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios. Hablad al corazón de Jerusalén; decidles a voces que su tiempo es ya cumplido, que su pecado es perdonado; que doble ha recibido de la mano de HaShem por todos sus pecados” [Is. 40:1-2].
“He aquí que HaShem el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, y su paga delante de su rostro. Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas” [Is. 40:10-11].
“Como nada son todas las naciones delante de él; y en su comparación serán estimadas en menos que nada, y que lo que no es… Él convierte en nada a los poderosos, y a los que gobiernan la tierra hace como cosa vana. Como si nunca hubieran sido plantados, como si nunca hubieran sido sembrados, como si nunca su tronco hubiera tenido raíz en la tierra; tan pronto como sopla en ellos se secan, y el torbellino los lleva como hojarasca”
[Is. 40:17, 23-24].
“Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a HaShem tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán” [Is. 40:29-31].
En Isaías 54 el profeta describe el amor eterno de HaShem por Israel, su misericordia, compasión, la hermosura de Israel y la protección de HaShem por su pueblo.
“Por un breve momento te abandoné, pero te recogeré con grandes misericordias. Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento; pero con misericordia eterna tendré compasión de ti, dijo HaShem tu Redentor… Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo HaShem, el que tiene misericordia de ti.” [Is. 54:7-8, 10].
“Pobrecita, fatigada con tempestad, sin consuelo; he aquí que yo cimentaré tus piedras sobre carbunclo, y sobre zafiros te fundaré. Tus ventanas pondré de piedras preciosas, tus puertas de piedras de carbunclo, y toda tu muralla de piedras preciosas. [Is. 54:11-12].
“Si alguno conspirare contra ti, lo hará sin mí; el que contra ti conspirare, delante de ti caerá… Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de HaShem, y su salvación de mí vendrá, dijo HaShem” [Is. 54:15,17].
En Isaías 57 el profeta habla del castigo de HaShem a la idolatría, hechicería, e inmoralidad sexual, la herencia para los que confían en HaShem, la sanidad, la paz, el consuelo y el pastoreo a su pueblo.
“Cuando clames, que te libren tus ídolos; pero a todos ellos llevará el viento, un soplo los arrebatará; mas el que en mí confía tendrá la tierra por heredad, y poseerá mi santo monte. Y dirá: Allanad, allanad; barred el camino, quitad los tropiezos del camino de mi pueblo” [Is. 57:13-14].
“Por la iniquidad de su codicia me enojé, y le herí, escondí mi rostro y me indigné; y él siguió rebelde por el camino de su corazón. He visto sus caminos; pero le sanaré, y le pastorearé, y le daré consuelo a él y a sus enlutados; produciré fruto de labios: Paz, paz al que está lejos y al cercano, dijo HaShem; y lo sanaré. [Is. 57:17-19].
En Isaías 66 el profeta habla de que quienes se alegran y gozan con Israel se deleitarán de su gloria. Expresa el consuelo de HaShem por su pueblo, y el pago a sus enemigos.
“Alegraos con Jerusalén, y gozaos con ella, todos los que la amáis; llenaos con ella de gozo, todos los que os enlutáis por ella; para que maméis y os saciéis de los pechos de sus consolaciones; para que bebáis, y os deleitéis con el resplandor de su gloria” [Is. 66:10-11].
“Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí; porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, y serán abominables a todo hombre. [Is. 66:24].
El apóstol Juan habla del consuelo que viene con el espíritu santo.
“Si me amáis, guardad mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre” [Jn. 14:15-16].
“Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho” [Jn. 14:26].
“Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado” [Jn. 14:26].
El eterno como rey y juez, ejerce un juicio sobre Israel, pero perdona a su pueblo: “Venid luego, dice HaShem, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana” [ Is. 1:18].
El eterno perdona a su pueblo, tiene misericordia y consuela a Sion, porque es la niña de sus ojos.
Amigo lector, de acuerdo al profeta Isaías y al apóstol Juan ¿qué significa consolar a Israel?
En primer lugar, es el perdón por el pecado, decía el rey David que bienaventurado, o afortunado, dichoso, contento, feliz el hombre que ha sido perdonado “Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien HaShem no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño. [Sal. 32:1-2].
En segundo lugar, HaShem es el pastor de Israel, tiene amor, compasión y misericordia de su pueblo, lo fortalece, lo protege, lo hermosea y lo consuela.
En tercer lugar, como creyentes, debemos bendecir a Israel, orar por la paz de Jerusalén [Sal. 122:6], alegrarnos, gozarnos con Israel. “Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran. [Rom. 12:15].
En cuarto lugar, entender que el enemigo ya está vencido, que las naciones, los poderosos, los que gobiernan son nada delante de él, que Él dará el pago a cada ser humano que se levante contra su pueblo.
En quinto lugar, clamar por la revelación de Yeshúa en sus vidas, y con Yeshúa, la promesa del padre: la Ruaj HaKodesh, el consolador, para que consuele sus vidas, traiga sanidad en este tiempo difícil de guerra el cual ha impactado las vidas del pueblo Judío con pérdidas, dificultades, necesidad, ansiedad, depresión, dolor, emociones de culpa, impotencia, injusticia, rabia, tristeza, desesperanza, inseguridad, incertidumbre, traumas, estrés, fatiga de combate, heridas invisibles (trastornos, alteraciones del sueño y pesadillas, problemas de concentración, amnesia, creencias negativas sobre si mismos o sobre los demás), agresividad, pérdida de identidad, procesos de duelo, miedo constante al ataque, inestabilidad emocional, problemas alimentarios, ideación suicida, ansiedad por separación, frustración, miedos, temores, heridas, cicatrices, pérdida de fe, entre otras.
Que sea el eterno revelando a Yeshúa como el mesías de Israel y derramando de su Ruaj HaKodesh sobre toda carne para el consuelo de sus almas.
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Shavua Tov.