Parasha de la semana

En Esta parashat se describe el canto que Moshe dejaría al pueblo como recordación, este cántico lo hace el día de su muerte.

Esta porción menciona la claridad de Moshe al ver que ya estaba viejo. Además, el Eterno ya había dicho que no pasaría él a la tierra pasando el Yarden, sin embargo, el Eterno entregaría la tierra al pueblo a dirección de Yehoshua.

Cuando entres en la tierra y te establezcas allí, cultives y recojas el fruto, se deberían traer las primicias de la tierra al templo, para adorarlo y gozarse por todo lo que el Eterno te ha dado, así como dar al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda.

Esta parasha es una de las que más Mitzvot tiene, entre estas Moshe establece ordenanzas, cuando al poseer la tierra alguno quiera tomar como esposa a una de las prisioneras, este debía dejarla guardar luto durante un tiempo, rapar su cabeza y cortar sus uñas, si pasado el tiempo ya no quería estar con ella, no podía tomarla como esclava y venderla.

Moshe instruye al pueblo para delegar cargos de jueces honrados en todas las ciudades y en cada generación: que no incline el juicio, que sea objetivo y que no acepte soborno sino que siempre procure la justicia.

Después de la distribución de las tierras y las ciudades para extranjeros y homicidas involuntarios, de dar ordenanzas y hacer prohibiciones a cerca de la idolatría, Moshe menciona guardar los miztvot que Eterno ha mandado, por consiguiente recibirían bendiciones en cuanto a salud, familia, seguridad, abundancia en alimentos.

Moshe cuenta al pueblo cómo él imploró al Eterno poder entrar en la tierra prometida, pero les dice que por su causa el Eterno se enojó y no lo escuchó además le dijo que dejara ya de insistir, ya que Moshe tenía un sucesor y este sería quien llevaría al pueblo al paso del yarden.