LOS QUE HACEN LA VOLUNTAD DE DI-S SON MI FAMILIA

Cuando llegamos a Parashat Noaj siempre nos asombramos por la historia del Mabul (Diluvio) y en ocasiones dejamos a un lado la figura del protagonista de la historia, Noaj, sin embargo, cuando nos centramos en examinar la vida del personaje nos llevamos grandes decepciones porque lo comparamos con Avraham Avinu (Abraham nuestro padre), pero en este escrito procuraremos ver al personaje en su contexto, como debe ser, para darnos cuenta que aunque no haya alcanzado el nivel de elevación del alma de Avraham Avinu, fue una persona excepcional en su generación y eso es igual de importante.

La parashá abre con las siguientes palabras: “אלה תולדת נח נח איש צדיק תמים היה בדרתיו…” Estas son las generaciones de Noaj, Noaj fue un hombre justo, irreprochable en su generación…”. Aunque no se haya incluido el pasuk (versículo) completo, es por motivos de la reflexión, ya que, esa parte que se obvió del pasuk es la que nos lleva a demeritar a Noaj (aunque haya razones para tal cosa), sin embargo, esta primera parte es la que vamos a analizar para darnos cuenta de que Noaj fue un personaje excepcional, por eso la Torá lo nombra “איש צדיק תמים היה בדרתיו” hombre justo, irreprochable en su generación. Claramente nos damos cuenta de que esta es la expresión que representaba a Noaj y con la que el Eterno lo elogia, y tiene razón, porque su generación se encontraba en un decaimiento abrumador, y nos enseña el Pirkei Avot (2:5) “…ובמקום שאין אנשים, השתדל להיות איש” y en el lugar donde no haya hombres, esfuérzate por ser un hombre. En su generación no había hombres, por lo tanto, ser un hombre era lo más importante, a esto hace referencia nuestro Mesías Yeshua cuando usa las palabras: “Porque como fueron los días de Noaj, así será la venida del Hijo del Hombre” (Mt 24:37; Lc 17:27), esto quiere decir que hoy y lo que nos quiere enseñar la Parashá es que seamos lo que hace falta en nuestra generación, así como lo fue Noaj en la suya. La corrupción moral que había en su momento en la época de Noaj no es nada comparable a la que hay hoy, porque la actual es más aberrante que aquella primera.

Por esa misma razón la Torá dice “אלה תולדת נח” estas son las generaciones de Noaj, que es otro elogio que está escondido, al respecto Rashi nos dice: “Aquí no se mencionan los nombres de los hijos de Noaj pero se declara que él ‘era un hombre justo’, la Escritura por lo tanto enseña que la verdadera progenie de los justos son las buenas obras (Bereshit Rabá 30:6)”. Esto nos muestra que la Torá está resaltando el carácter de Noaj de ser ese hombre que hacía falta en su generación, por ser y promover lo que le hacía falta al mundo. El Midrásh (Bereshit Rabá 30:6) que cita Rashi, nos amplía un poco más esto cuando dice: “אֵלֶּה תּוֹלְדֹת נֹחַ, הֲדָא הוּא דִכְתִיב, פְּרִי צַדִּיק עֵץ חַיִּים, מָה הֵן פֵּרוֹתָיו שֶׁל צַדִּיק מִצְווֹת וּמַעֲשִׂים טוֹבִים…” Estas son las generaciones de Noaj, sobre esto está escrito: “el fruto de los justos es un árbol de vida”, y los frutos del justo son los mandamientos y los buenos actos”. Cuando somos lo que le hace falta a nuestra generación nuestra progenie, en caso de no tenerla o incluso teniendo una, son los mandamientos y los buenos actos, porque eso refleja la voluntad de Di-s para nuestra generación, por eso nuestro Mesías Yeshua declaró: “Porque cualquiera que hace la voluntad de Mi Padre que está en los cielos es Mi hermano y hermana y madre” (Mt 12:50).

Al hacer la voluntad del Eterno, nos constituimos en justos en nuestra generación, pero no solamente nos quedamos allí, sino que adquirimos un rol importante, nos convertimos en lo que le hace falta a nuestra generación: una progenie de personas rectas y dispuestas a enseñar el camino del Eterno para que la sociedad se deje de degradar.

¡Shavua Tov!