YO SOY HASHEM TU DI-S
Por: Moshé Hernandez
“Yo soy HaShem tu Di-s que te sacó de la tierra de Egipto, de casa de esclavitud”. Éxodo 20:2 TLV
Esta parashá lleva por nombre Itró, y según nos cuentan los comentaristas se debe a que el suegro de Moshé apreció las maravillas del judaísmo y quería escucharlo de primera mano. Además, al analizar el texto se evidencia que fue ese acto de este no judío el que provocó que el pueblo de Israel entendiera la importancia de lo que acaba de ocurrir al cruzar el Mar de los Juncos, en palabras de la Brit Jadashá, Itró “provocó a celo” al pueblo de Israel.
¿Por qué encontramos esto en esta porción?
Esta es una gran pregunta. Y aunque la Torá no está escrita en orden cronológico, particularmente con los acontecimientos relacionados al evento del Sinaí que se encuentra narrado en las parashot Itró, Mishpatim, Terumá, Tetzavé y Ki Tisá. Sin embargo, lo que si podemos concluir es que lo que hace Itró sucede previamente al evento asombroso del Sinaí, y de cierta forma fue un acto que contribuyó a la preparación del pueblo para lo que iban a presenciar.
¿Qué fue lo que el pueblo escuchó?
El pueblo de Israel llevaba preparándose tres días antes de que presenciaran la Voz del Eterno, y se narra en el texto que todos escucharon a Di-s hablar. En esta porción encontramos las “Aseret HaDevarim” (Diez Palabras) que fueron pronunciadas por Di-s desde la cima del monte, declaraciones que son conocidas hoy como los Diez Mandamientos, aunque realmente se encuentran 14 mandamientos dentro de estas Diez Palabras.
¿Cuál fue el primer mandamiento que Di-s pronunció?
La clasificación de las Aseret HaDevarim es una para el judaísmo y otra para el cristianismo, siendo la primera palabra una de esas diferencias, ya que, para el primero el mandamiento es “Yo soy HaShem tu Di-s…”, mientras que para el segundo es “No tendrás otros dioses delante de Mí”, y aquí radica la principal diferencia porque para nuestros sabios, esta expresión “es el mandamiento positivo de creer y sentir la absoluta certeza de la existencia de HaShem como la fuerza primordial que precede cualquier fenómeno que es parte del universo material, que solamente Él es el Creador de universo entero y que Él es nuestro Di-s y nosotros somos Su pueblo” (Tur HaAroj).
Incluso el Rambám no enseña en la Mishné Torá (Hiljot Yesodei HaTorá 1:1) que “lo fundamental del judaísmo es leidá (saber) que hay una Existencia Primordial que creó todo lo que existe”. Aunque Rambám lo explica en términos filosóficos, está haciendo clara alusión a HaShem, usando así la expresión “saber” más no “conocer”, para enseñarnos que este mandamiento es para recrear y vivir con la seguridad que se tuvo en el Sinaí, saber que HaShem existe y no solamente creerlo, incluso el Séfer HaJinuj nos enseña que esto hace referencia a “tomar el nivel básico de fe que hay en nuestra mente, construir sobre este e internalizarlo para que sintamos la influencia de HaShem con claridad y seguridad.
Todo esto nos enseña que cuando sabemos que HaShem existe, nunca actuaremos de una manera que contradiga ese conocimiento, es por eso que encontramos en el Pirkei Avot (2:1) lo siguiente: “Ten en mente tres cosas y no caerás en manos del pecado: Sabe que hay encima de ti un Ojo que vigila, un Oído que escucha y todas tus acciones son registradas en un Libro”.
¿Qué dice nuestro Mesías Yeshua con respecto a esto?
Antes de ir a la respuesta de nuestro Mesías, debemos analizar un poco más el versículo 2 del capítulo 20 del libro de Shemot (Éxodo), el cual dice: “Anoji HaShem Elokeija”. Lo que analizamos anteriormente está íntimamente ligado a la palabra anoji, pero el versículo continúa diciendo: “HaShem Elokeija”, así cuando el Eterno habla el primer mandamiento, le está dando a entender al pueblo que Él es la fuente de toda bondad y toda severidad, porque menciona esos atributos (HaShem, Elokim), así, la revelación que están presenciando los Hijos de Israel es que el Eterno es quien los sacó de Egipto como muestra de Su bondad y severidad para darles la Torá.
Cada evento que sucede en este mundo está bajo la hashgajá pratit (supervisión divina) y eso da cuenta que HaShem no ha abandonado al mundo después de la Creación, Él controla incluso los detalles más pequeños.
Así cuando a Yeshua le preguntan: “¿Qué mandamiento es el principal de todos?” (Mr 12:28), Él responde: “El primero es: ‘Shemá Israel, HaShem Elokeinu, HaShem ejad. Escucha Israel, HaShem nuestro Di-s, HaShem es Uno” (Mr 12:29).
Esta respuesta de nuestro Mashiaj es una alusión al primer mandamiento, ya que, no enseña que el Eterno que es uno tiene dos atributos esenciales en Sí mismo (bondad y severidad) y ese nos lo dio a conocer el Eterno en el Sinaí cuando dijo: “Anoji HaShem Elokeija”, en otras palabras, cuando Yeshua respondió no solamente nos estaba aludiendo a la unicidad y unidad del Eterno sino que nos estaba haciendo referencia a ese momento del Sinaí cuando el Eterno mostró Su esencia para que sepamos que Él existe y es nuestro Di-s, que nos sacó de Egipto para entregarnos la Torá y así ser un pueblo libre.
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Moshé Hernandez
Psicólogo de la Konrad Lorenz Fundación Universitaria. Gabai de la Comunidad Mesiánica Yovel, maestro del ministerio Yeladim, miembro del ministerio de Danzas. Apasionado por el hebreo y otros idiomas.