Tiempos de hambruna

Por: Martha Tarazona

Buscad al Señor mientras pueda ser hallado.

La parashá Vayigash (y se acercó), relata el tiempo de hambruna que se vivió en Egipto. La palabra “hambre רָעָב” es la # 7458 del Strong [1] que significa tener hambre o hambriento. Según la organización mundial de la salud (OMS), el hambre es la sensación incómoda o de dolor causada por un consumo insuficiente de energía alimentaria. Privación de alimentos o no se ingieren suficientes calorías [2].

Hambre en los tiempos de Abram.

La primera vez que hubo hambre en la tierra se relata en Gén. 12:10 “Hubo entonces hambre en la tierra, y descendió Abram a Egipto para morar allá; porque era grande el hambre en la tierra”. De acuerdo a la tradición era el hambre más grave de todos los tiempos. ¿Cómo iba a reaccionar el patriarca ante esta calamidad? ¿Qué iba a hacer? ¿Dudar de su Di-s y recriminar?, de ninguna manera. Abram, actúo de acuerdo a su sentido común, como lo dice el Talmud (B.K. 60 a): cuando el hambre hace estragos en una región, emigra a otro lugar, aunque haya peligro en él. Abram actúo, no se quedó esperando que un milagro los salvase del hambre [3].

Hambre en los tiempos de Isaac.

Luego, hubo otro tiempo de hambruna en los días de Isaac “Después hubo hambre en la tierra, además de la primera hambre que hubo en los días de Abraham; y se fue Isaac a Abimelec rey de los filisteos, en Gerar, Y se le apareció HaShem, y le dijo: No desciendas a Egipto; habita en la tierra que yo te diré [Gén. 26:1-2]. En este versículo, también Isaac salió de su tierra, sin embargo, HaShem le dio la instrucción de no ir a Egipto, tierra de abundancia, como lo había hecho su padre en circunstancias similares [3].

Hambre en los tiempos de Yoséf.

Después, Yoséf interpreta el sueño del Faraón en el que fue revelado lo que vendría. “También las siete vacas flacas y feas que subían tras ellas, son siete años; y las siete espigas menudas y marchitas del viento solano, siete años serán de hambre… y toda la abundancia será olvidada en la tierra de Egipto, y el hambre consumirá la tierra” [Gén.41:27-30]. Yoséf fue puesto como gobernador de Egipto, “Y de toda la tierra venían a Egipto para comprar de Yoséf, porque por toda la tierra había crecido el hambre”. [Gén. 41:57]. Luego, Yoséf se revela a sus hermanos: “Y dijo Yoséf a sus hermanos: Yo soy Yoséf; ¿vive aún mi padre? Y sus hermanos no pudieron responderle, porque estaban turbados delante de él” [Gén. 45:3]. “Si los hijos de Jacob estaban tan consternados que no podían contestar, ¿qué pasaría el día del juicio final cuando el Santo Bendito Sea le pida cuentas a cada ser humano?” [3].

En este versículo Yoséf dice: Yo soy (Ani Yoséf), se les reveló. Esta revelación del “Yo soy” se la da HaShem a Moisés cuando él le pregunta cuál es su nombre: “Dijo Moisés a HaShem: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Di-s de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? Y respondió HaShem a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros” [Éx. 3:13-14]. También Yeshúa, se revela como el YO SOY, “Yeshúa les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, Yo SOY” [Jn. 8:58].

Hambre en los tiempos de fin.

En Mateo 24 se describen las señales antes del fin; en las cuales se encuentran las hambrunas: “Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares” [Mt. 24:7]. Así como hubo un primer éxodo en el cual HaShem alimentó a su pueblo con maná; habrá un segundo éxodo que será más glorioso que el primero. En el primer éxodo el pueblo salió de Egipto a Israel, en el éxodo que vendrá saldremos también a Israel. “No obstante, he aquí vienen días, dice HaShem, en que no se dirá más: Vive HaShem, que hizo subir a los hijos de Israel de tierra de Egipto; sino: Vive HaShem, que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra del norte, y de todas las tierras adonde los había arrojado; y los volveré a su tierra, la cual di a sus padres” [Jer.16:14]. Si hasta hoy, ha sido tan importante para el pueblo judío el primer éxodo, ¿cómo será el segundo?, ya que no se recordará el primero, sino el segundo; cuando los hijos de Israel llegarán de todos los lugares donde fueron dispersados. Si en el primer éxodo, HaShem los alimentó con maná y fue su proveedor, tenemos la certeza que lo hará otra vez.

Apocalipsis 6, relata los sellos, siendo uno de ellos el hambre. “Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos… cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente, que decía: Ven y mira. Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra” [Ap.6:1-7].

Hambre en los tiempos actuales.

De acuerdo a la OMS, el hambre mundial empeoró en el 2020 a causa del Covid-19. Globalmente, más de 2300 millones de personas (el 30 % de la población mundial) padecieron hambre. Siendo los más afectados Asia, África, América Latina y el Caribe [2].

¿Qué, pues, haremos?

¿Almacenar alimentos? ¿guardar dinero? ¿esperar que un milagro nos salve del hambre? Ninguna de las anteriores.

No se trata de almacenar alimentos; de acuerdo a Rashí; el Faraón les dijo a los egipcios ¿por qué no habéis hecho reservas de trigo? ¿Acaso Yoséf no hizo proclamar que iban a llegar años de hambre? Los egipcios dijeron que habían almacenado grandes cantidades, pero todo se había echado a perder. El trigo almacenado por los egipcios enmoheció cosa que, según Rashí, no le sucedió al trigo de Yoséf [3].

Tampoco, se trata de tener dinero; si Yoséf no hubiese querido vender, hubieran muerto de hambre. Se trata de la misericordia de HaShem. “A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche” [Is. 55:1]. “Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Di-s que tiene misericordia” [Ro. 9:16].

Tampoco esperar un milagro, sin actuar; sabemos que nuestro creador es un Di-s de milagros, pero todos lo milagros que vemos en las escrituras; sucedieron con personas que creyeron, tuvieron fe, caminaron, tomaron decisiones, avanzaron, buscaron al Señor de día y noche, con ayuno, con convicción. Por lo tanto, debemos actuar y hacer lo que está en nuestras manos: “Buscad a HaShem mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano” [Is. 55:6].

Hambre de oír las palabras del gran “YO SOY”.

En el caso de Yoséf, fue necesario que Él se revelara a sus hermanos para preservación de la vida de su padre y su familia. Hoy, Yeshúa se revela a cada ser humano como el gran YO SOY, y “Yeshúa les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás” [Jn.6:35].

Para resumir; actualmente el 30% de la población mundial padece de hambre; la palabra nos advierte que vendrán tiempos de hambruna para la humanidad. En el caso de Yoséf; tuvo que haber una revelación para salvar a su familia. En estos tiempos y en los que vienen la revelación del “Yo SOY” de Yeshúa como nuestro mesías, es lo único que nos puede salvar; no solo para vida eterna; sino para los tiempos finales que están escritos y se cumplirán.

Amigo lector, en estos tiempos, nuestra dependencia debe ser completamente de HaShem, no en lo que tenemos, ni en lo que creemos que somos; debemos buscar al gran “Yo soy” mientras pueda ser hallado. “Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?” [Mt. 6:26].

Shavua Tov.
Referencias

[1] Strong, James (2003). Concordancia Strong exhaustiva de la biblia. Editorial caribe. Pág. 371.
[2] OMS (2021). Organización Mundial de la Salud. Informe de las Naciones Unidas: El año de la pandemia, dominado por un repunte del hambre mundial. Disponible en: http://www.who.int. Consultado:04 Diciembre 2021.
[3] Munk, E. (2001). La voz de la Torah. Comentario del pentateuco. Edición original en francés. Fundación Samuel y Odette Levy. Paris.

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Martha Patricia Tarazona Díaz. Ph.D.

Gracias al Eterno, a su amor y a su misericordia, que me ha permitido tener una carrera muy bendecida con experiencia en producción y calidad en industrias alimentarias en Colombia y en investigación entre Empresa-Universidad en España. Ingeniera de Alimentos (Colombia), Licenciada en Ciencias y Tecnología de Alimentos (Ministerio de Educación España) y Doctora en Técnicas Avanzadas en Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (España). Docente en el Departamento de Ingeniería, Bogotá (Colombia). Nada tenemos que no hayamos recibido [1 Cor. 4:7].