Mejor cojeando que con el orgullo andando
Por Natalia Lara
Di-s puede destruir nuestra autoconfianza de diferentes maneras… lo que sea necesario para derribarnos y poder encontrar su fortaleza.
La porción de esta semana Vayishlaj-y envió [Gn 32:4-36:43] comienza relatando los instantes previos al encuentro de Yaakov (Jacob) con Esav, y contiene el tercer mandamiento que aparece en la Torá, el cual es el primer precepto negativo que ordena el Eterno: no comer el nervio ciático: “Ajilat guid hanashe” (1). [Gn 32:31] dice que “Por esta razón los israelitas no comen el tendón que está en la coyuntura de la cadera, porque a Jacob se le tocó en dicho tendón.”.
El nervio ciático es el que permite el movimiento y las sensaciones en el muslo, la rodilla, la pantorrilla, el tobillo, los pies y los dedos (2). Aunque algunas comunidades tienen la técnica para extraer solamente el nervio ciático – que queda sobre la cadera y se ramifica por el muslo-, en la práctica, por la dificultad de hacerlo, muchas corrientes prefieren abstenerse de comer toda la parte trasera del animal (3), que para nuestro país correspondería a la cadera, el lagarto, el centro y la bola de pierna, el muchacho y la bota (4).
Para referirse a este pasaje hay 4 palabras que definen el sitio donde el ángel tocó a Yaakov: las 2 primeras están en la porción donde se disloca el muslo de Jacob [Gn 32: 25]: כָּף – kaph (S. 3709: mano, cuchara, hueco o palma de la mano, suela del pie) y יָרֵך – yarek (S. 3409: muslo, lado, pie, lomo, flanco); y las dos siguientes se refieren a la prohibición como tal de comer la parte que fue tocada [Gn 32:31]: גִּיד – gid (S. 3232: nervios, tendón, correa) y נָשֶׁה – nasheh (S. 5384: vena o nervio en el muslo) (5).
Si bien ninguna de estas palabras se refiere exactamente al nervio ciático, todas están en relación con estructuras que dan fortaleza y soporte al miembro inferior. Las piernas no solo son un medio de locomoción, sino que son el principal punto de contacto con el suelo físico y el mundo material. Conceptualmente, en el judaísmo, la pierna derecha corresponde a la autoafirmación (victoria, dominio, avance) y la izquierda a la autoanulación (sumisión, admisión, detenerse). Los pies cuando están rectificados corresponden a la fe, a pararse firme delante de Di-s [Sal 26:11], pero cuando se desvían corresponden al orgullo, la arrogancia [Sal 36:12] y la idolatría [Sal 73:2-3] (6).
Según el Ari, Yaakov fue golpeado en el muslo izquierdo, pues del lado izquierdo es de donde surge el potencial para el mal (6); puntualmente la Torá no indica cual muslo fue golpeado: si el de la anulación o el de la afirmación. Lo que sí es cierto es que Yaakov no fue el mismo después de este encuentro; luego de muchos años de no haberse visto con su hermano Esav, Yaakov tenía toda una estrategia para enfrentarlo: buscó aplacar su ira con regalos, pero por si esto no funcionaba dividió su campamento y a sus hijos para que, si uno era atacado el otro pudiera huir. Sin embargo, Di-s al dislocar su cadera lo acorraló: por un lado, le impidió huir de algo a lo que debía enfrentarse hace mucho tiempo, pues Él siempre nos llevará de vuelta al punto donde hemos querido escapar para que podamos rectificar los errores (7). Pero por otro, perdió no solo la capacidad de caminar normalmente, sino su punto de apoyo, y ya nada podía hacer más que confiar en HaShem.
Di-s dice que aquel que confía en su propio corazón es un necio [Prov 28:26; Prov 26:12-16] y se lamenta de aquellos que se creen sabios e inteligentes ante sí mismos [Is 5:21]. También nos enseña que no podemos fiarnos en nuestras fuerzas -sabiduría, poder, ni riqueza- [Jer 9:23], pues independientemente de nuestra rapidez física, agudeza mental, valentía o habilidades, el resultado final está en manos del Eterno [Ec 9:11].
Al igual que Yaakov, confiamos demasiado en nosotros mismos; así que Di-s debe destruir nuestra autoconfianza, y puede hacerlo de diferentes maneras: pruebas, enfermedad… o incluso, exponernos a la vergüenza pública: lo que sea necesario para derribar nuestras fortalezas y poder descansar solo en Él. Porque Él ha escrito: destruiré la sabiduría de los sabios, y desecharé la inteligencia de los entendidos [1 Cor 1:19].
La palabra que se usa para dislocar יָקַע – yaqa (S. 3363) significa también cortarse uno mismo y abandonarse: en eso radica precisamente la confianza en el Padre Eterno. Exactamente, a eso se refería nuestro Mesías Yeshúa, cuando nos comparaba con la hierba y los pájaros que confían su provisión a Di-s [Mt 6:26-31], pero sobre todo cuando nos invita a tomar su cruz que es más ligera que nuestra propia carga y descansar en Él [Mt 11: 28-30]. Di-s ha prometido que si confiamos en Él con todo el corazón -y no en nuestra inteligencia-, quitará los obstáculos del camino [Prov 3:5-6]. También que es en nuestra debilidad (y no en nuestra fuerza) que su poder puede manifestarse con perfección: justo donde no podemos hacer nada, Él puede hacerlo todo. [2 Cor 12:9]
Eso no quita nuestra parte: no nos libera de nuestra responsabilidad de trabajar cada día para ser mejores, esforzarnos y entregar lo mejor de lo que somos, estudiar la Torá y su palabra y llevar una vida de oración. Pero si nos cambia el punto de apoyo: ya no lo hacemos en nuestras fuerzas, peleando batallas que no podemos ganar, sino que nuestro sostén está en aquel que dijo: “No teman, ni se acobarden, porque la batalla no es de ustedes, sino de Di-s”. [2 Cr 20:15]
Shavua tov!
Bibliografía
- http://es.chabad.org/library/article_cdo/aid/901717/jewish/183-No-Comer-el-Nervio-Citico.htm
- www.spineuniverse.com/espanol/ciatica/nervio-ciatico-ciatica
- http://www.es.chabad.org/library/article_cdo/aid/2777359/jewish/Un-Judasmo-Nervioso.htm
- http://www.friogan.com/contenido/contenido.aspx?catID=22&conID=74
- biblia paralela.com/hebrew
- Rav. Najman de Breslov. Anatomia del Alma. Israel (2002). Cap 39: 420-34)
- K. Blad. Parashá 08 VaYishlaj. http://www.messianictorah.org/es/parasha_es/sp08.htm
Somos Deivy Barrios y Natalia Lara, casados desde el 2016, padres de 3 pequeños y comunitarios de Yovel.