Más yo estableceré mi pacto con Isaac

Por: Martha Tarazona

El propósito del eterno es que nadie se pierda y todos lleguen al arrepentimiento. Pero también escrito está, que Él hizo al malo para el día malo.

La parashá Vayera “y apareció”, relata la historia del nacimiento de dos hijos de Abraham: Ismael e Isaac.

El eterno tiene el control de todo.

Partimos de la premisa que el eterno es el soberano del Universo y que ha hecho al hombre con libre albedrío de tomar decisiones, de creer y esperar en sus promesas, o no. No obstante, en medio de nuestras decisiones, Él es Di-s y tiene el control de todo. Como lo expresó el profeta Jeremías: “Conozco, oh Di-s, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos” [Jer. 10:23].

El eterno promete y cumple.

El eterno había dado una promesa a Abraham y Sara, que tendrían un hijo.

“Y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres. Se rio, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo? Entonces Di-s dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja? ¿Hay para Di-s alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo. Entonces Sara negó, diciendo: No me reí; porque tuvo miedo. Y él dijo: No es así, sino que te has reído” [Gén.18:11-15].

Sin embargo, esta promesa, no se cumplió, en el momento, sino que tenía su tiempo para verse cumplida. Entonces, tanto Abraham como Sara, tuvieron un plan:

“Dijo entonces Sarai a Abram: Ya ves que Di-s me ha hecho estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió Abram al ruego de Sarai. Y Sarai mujer de Abram tomó a Agar su sierva egipcia, al cabo de diez años que había habitado Abram en la tierra de Canaán, y la dio por mujer a Abram su marido. Y él se llegó a Agar, la cual concibió; y cuando vio que había concebido, miraba con desprecio a su señora” [Gén. 16:2-4].

A pesar de ello, el eterno cumple sus promesas. “Di-s no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?” [Num. 23:19].

“Visitó Di-s a Sara, como había dicho, e hizo Di-s con Sara como había hablado. Y Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que Di-s le había dicho. Y llamó Abraham el nombre de su hijo que le nació, que le dio a luz Sara, Isaac.  Y circuncidó Abraham a su hijo Isaac de ocho días, como Di-s le había mandado. Y era Abraham de cien años cuando nació Isaac su hijo. Entonces dijo Sara: Di-s me ha hecho reír, y cualquiera que lo oyere, se reirá conmigo.  Y añadió: ¿Quién dijera a Abraham que Sara habría de dar de mamar a hijos? Pues le he dado un hijo en su vejez” [Gén. 21:1-7]

Nacimiento de los dos hijos de Abraham

En esta historia vemos el nacimiento de dos hijos de Abraham: Ismael; el hijo de la sierva Agar, el cual fue circuncidado el mismo día que su padre:

 “Era Abraham de edad de noventa y nueve años cuando circuncidó la carne de su prepucio. E Ismael su hijo era de trece años cuando fue circuncidada la carne de su prepucio. En el mismo día fue circuncidado Abraham e Ismael su hijo, Y todos los varones de su casa, el siervo nacido en casa, y el comprado del extranjero por dinero, fueron circuncidados con él” [Gén.17:24-27]

Y el nacimiento de Isaac, el cual fue circuncidado de ocho días, a diferencia de Ismael con 13 años.  “Y circuncidó Abraham a su hijo Isaac de ocho días, como Di-s le había mandado” [Gén. 21:4].

En cuanto a la circuncisión de Ismael y todos los extranjeros, comenta Rashí que: “el pagano que viene a convertirse se somete voluntariamente a la circuncisión; no obstante, conserva un vínculo afectivo con sus orígenes hasta la séptima generación. También, el Rabí Eli`ézer comenta que “En cuanto a los esclavos que se han sometido a la circuncisión, es imposible confiar en ellos, antes de la decimosexta generación. Los esclavos que fueron circuncidados al mismo tiempo que Abraham, no permanecieron fieles al pueblo, y su posteridad tampoco” [1].

El plan de Di-s con cada hijo de Abraham

El eterno le da las promesas a Abraham en cuanto a sus hijos.

De Isaac dijo:

“Respondió Di-s: Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él…Mas yo estableceré mi pacto con Isaac, el que Sara te dará a luz por este tiempo el año que viene” [Gén. 17:19,21].

De Ismael dijo:

“Y en cuanto a Ismael, también te he oído; he aquí que le bendeciré, y le haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera; doce príncipes engendrarán, y haré de él una gran nación” [Gén. 17:20].

El destino de Ismael

Agar huye de Sara y un ángel del Señor se aparece, le ordena que vuelva a casa y le da promesa acerca de su hijo.

“…Multiplicaré tanto tu descendencia, que no podrá ser contada a causa de la multitud. Además, le dijo el ángel del Señor: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Ismael, porque Di-s ha oído tu aflicción.  Y él será hombre fiero; su mano será contra todos, y la mano de todos contra él, y delante de todos sus hermanos habitará” [Gén. 16:10-13].

Abraham echa a su hijo y a la madre

“Por tanto, dijo a Abraham: Echa a esta sierva y a su hijo, porque el hijo de esta sierva no ha de heredar con Isaac mi hijo. Este dicho pareció grave en gran manera a Abraham a causa de su hijo. Entonces dijo Di-s a Abraham: No te parezca grave a causa del muchacho y de tu sierva; en todo lo que te dijere Sara, oye su voz, porque en Isaac te será llamada descendencia. Y también del hijo de la sierva haré una nación, porque es tu descendiente” [Gén. 21:10-13].

El remanente del eterno

Isaías 11, habla del remanente y del lugar donde están:

“Asimismo acontecerá en aquel tiempo, que el Señor alzará otra vez su mano para recobrar el remanente de su pueblo que aún quede en Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat, y en las costas del mar.  [Is. 11:11].

A continuación, se hace una relación del lugar escrito en Isaías, el lugar actual y la religión que profesan:

Estos lugares equivalen a Asiria: Iraq actual, religión islam. Egipto: Une Norte de África con Medio Oriente: religión islam. Patros: Parte Sur de Egipto, religión islam. Etiopía: Nordeste de África: islam, cristianismo, judaísmo, migración árabe-judía, egipcia- Judía.

Elam: Irán actual: islam, pocos cristianos y judíos. Sinar: actual cercano oriente, islam. Hamat: actual Hama, Ciudad de Siria, islam. Costas del mar: países con costa en el mar mediterráneo: Norte de África, Libia, Marruecos, Egipto, Túnez, Argelia, Israel, Palestina, líbano, Cripre, Siria, países europeos, Gibraltar, España, Francia, Mónaco, Grecia, Turquía. Costas del mar:  Mar negro; Ucrania, Rusia, Bulgaria, Rumania, Georgia.

Mar Caspio: Irán, Turkmenistán, Kazajstán, Rusia. Mar Adriático: Italia, Eslovenia, Croacia, Albania. Mar Caribe: México, Nicaragua, Honduras, Venezuela, Colombia…

Como podemos ver, todos los lugares del mundo, están involucrados en el remante que el eterno tiene, y entre ellos muchos que practican hoy en día el islam.  Sin embargo, el eterno sigue haciendo su obra con su remanente, en Julio del 2022, se publica que en Irán está creciendo la iglesia que reconoce a Yeshúa como su salvador:

“Las iglesias domésticas en Irán comenzaron a crecer, incluso cuando sus líderes seguían siendo asesinados. Hoy en día, la investigación realizada por Operation World deja en claro que Irán es el hogar de la iglesia de más rápido crecimiento en el mundo. Algunos estiman que más de un millón de personas han llegado a conocer a Yeshúa.

Di-s se está moviendo claramente entre los iraníes, abriendo los ojos a la falsa esperanza del islam y a la vida eterna que se encuentra en Yeshúa” [2].

El propósito del eterno es que nadie se pierda y todos lleguen al arrepentimiento. Pero también escrito está, que Él hizo al malo para el día malo. Así, que sin importar la religión que hoy se practica, Él se revelará a su remante, sin embargo, otros fueron creados para destrucción.

Amigo lector, de esta palabra, podemos sacar las siguientes enseñanzas:

  • La primera es creerle al eterno, que, si él nos ha dado una promesa, él la cumplirá, así no veamos nada, esa es la fe, creer en lo que no vemos.
  • Saber que él lo gobierna todo, y así hayamos tomado decisiones equivocadas, el tendrá misericordia.
  • Tener la convicción que el ama su creación y no quiere que nadie se pierda, así en este momento estén en diversas religiones, él se revelará.
  • Y por último, entender que también el malo fue hecho por él y está a su servicio, pero no son parte del remanente de su pueblo, porque él juzgará con vara de hierro, todo lo que le hagan a sus hijos. Él pelea por nosotros y así nuestra carne muera, nuestra alma es eterna y estaremos una eternidad en su presencia.

Para todos los hermanos en la fe, que creemos en un Di-s soberano, que envió a su hijo Yeshúa a morir por nosotros y nos dejó el sello del Ruaj Hakodesh, les invito a orar porque Yeshúa sea revelado a su remanente, especialmente en este tiempo de guerra, que sea revelado a los que han de conocerle en el mundo entero e invocar su nombre.

Shavua Tov.

Referencias
  1. Munk, E. (2001). La voz de la Torah. Comentario del pentateuco. Edición original en francés. Fundación Samuel y Odette Levy. Paris.Pág. 709,710.
  2. La iglesia de mayor crecimiento en el mundo. Disponible en: https://www.asialink.org/latest-news/138/the-fastest-growing-church-in

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Martha Patricia Tarazona Díaz. Ph.D.

Miembro de la comunidad Yovel, Dra. Ingeniería de Alimentos. “Nada tenemos que no hayamos recibido” [1 Cor. 4:7]