Felicidad, bienestar y productividad

La segunda parte de la Parashá Emor nos habla acerca de las festividades de nuestro calendario bíblico. Las festividades judías nos marcan tiempos, nos regulan. La semana está marcada a través de la Festividad de Shabat. El mes, por medio de la celebración del Rosh Jodesh (comienzo de mes, que sucede en el novilunio). Las diferentes estaciones del año y su ciclo agrícola, está materializado a través de Pesaj y Sukot.  Pesaj la primera fiesta con el inicio de la primavera, mientras que la segunda Sukot, con el comienzo del otoño. Cabe recordar que al final de Sukot se inicia el período de lluvias en Israel, y con él nuevamente el sembrado de las tierras; dando así comienzo al nuevo ciclo agrícola. Shavuot, cuarenta y nueve días después de Pesaj, marca el comienzo de la cosecha y de los primeros frutos, los Bikurim (primicias).

Rosh Hashaná, como sabemos, nos marca el inicio del año, éste es el año de tipo fiscal. Iom Kipur no es solo una festividad o cualquier celebración, es un día de Arrepentimiento. Por último, nos encontramos con Sheminí Atzeret, el día posterior a Sukot. En él se inicia formalmente el período de lluvias.  La Parasha Emor da una lista de los festivales anuales del calendario bíblico. La ofrenda de Pesaj el 14 de Nisán; el festival de siete días de Pesaj es Jag HaMatzot (Panes sin Levadura), comenzando el 15 de Nisán; la ofrenda de cebada llamada Omer en el segundo día de Pesaj y el comienzo de la Cuenta del Omer por los próximos 49 días, culminando en el festival de Shavuot en el quincuagésimo día; Rosh Hashana  Yom Teruah o Fiesta de las Trompetas, un “recuerdo del sonido del shofar” el 1 de Tishrei; un solemne día de ayuno el 10 de Tishrei; y el festival de Sukot, durante el cual uno debe vivir en una cabaña por siete días y tomar las “Cuatro Especies”, comenzando el 15 de Tishrei.

Como podemos ver, a lo largo del año hay varias Fiestas, que celebramos de manera cíclica, y estas Fiestas no son simples recordatorios, los sabios dicen que son islas o períodos de tiempo donde somos más susceptibles a “integrar ciertos valores”. Cabalísticamente la energía y espíritu de estas fiestas impregnan el alma (neshamá), para desarrollar un potencial en cada una de las cosas que hacemos, en Rosh Hashana es la innovación, la novedad y la creación del mundo, en Kipur es el perdón, en Pesaj es la libertad, cada fiesta tiene una energía y un propósito, para una “actualización anual”, una de las fiestas que más días tiene se denomina Sukot. Y como afirma el rabino Arturo Kanner: “Sukot es la Fiesta de la Felicidad”, uno de los propósitos más importantes de estas fiestas es integrar valores, y dentro de los valores más importantes que un Judío Mesiánico debe tener y desarrollar en la vida es “ser una persona Feliz”, tal como nos enseña la Palabra en 1 Tesalonicenses 5:16 “estén siempre alegres”.  

Sukot es una Fiesta que dura de 7 a 8 días, donde requiere estar integrando el valor de la Felicidad de una forma tan intensa que dure para todo el año, y nos ayude a vivir siempre de esa manera, la Felicidad es la energía emocional que se requiere para lidiar con las cosas y con los problemas. La fiesta de Sukot nos da el secreto de la Felicidad, donde el pueblo de Israel durante la época que estuvo en el desierto, era guiado por el Creador, la Felicidad es el producto de la consciencia de que todo lo que estoy viendo tiene una razón y propósito, por lo tanto, todo es importante y necesario vivirlo. Si una idea como la Felicidad es importante integrar en la vida, debo tener la tranquilidad y la consciencia que estoy siendo guiado con un objetivo divino, y que tengo un propósito superior, y por lo tanto tengo la energía para lidiar con todo lo que la vida me presente.   Cuando vivamos las Fiestas Bíblicas, no las veamos como tradición o solo como un medio para reunirnos en familia, veamos las fiestas como una oportunidad de transformación profunda, y como en Sukot intentemos desarrollar ese valor que es de los más primarios e importantes, la Felicidad y la Energía de entender que la vida tiene un propósito y cada cosa que vivo, la voy a vivir intensamente, que tengo las herramientas y la capacidad para lograrlo.

Como Empresario y creyente, pregúntate: ¿Qué te hace Feliz? ¿Qué te mantiene sano? ¿Cuáles es la clave de la Felicidad? ¿Estás haciendo cosas, que tienen significado? ¿Qué es lo que nos hace llegar a una vida adulta de manera plena? ¿Qué nos hace realmente felices en la vida?, ¿cumplo mi labor profesional con alegría?

La palabra Felicidad implica Alegría, o sea, shimkjá la palabra #8057שִׂמְחָה  del Diccionario Strong hebreo  y significa: Alegría, Felicidad, Jovialidad, Bienaventurado (religioso o festivo) alborozo, alegrar, deleite, gozo, gozoso, placer, regocijo. La Felicidades un estado emocional y se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada, obteniendo satisfacción y alegría. La Felicidad se encuentra normalmente en una Fiesta o en una celebración festiva. Tema considerado muy importante a todo nivel, pues más de 200 Universidades en el mundo, ofrecen la catedra de “FELICIDAD”, la Felicidad es un estado de alineación de los niveles de consciencia, donde la Felicidad es algo interno, es una elección, somos tan felices como escojamos serlo. Pues, así como los medicamentos curan los dolores del cuerpo, la Felicidad cura los dolores del alma. Solamente al alinear nuestra voluntad, con la voluntad de Di-s, encontraremos la Felicidad plena. La verdadera Felicidad no se puede comprar con dinero, ni con poder. Como se afirma en Nehemías 8:10 “No estén tristes, pues el gozo del Señor es nuestra fortaleza”. Romanos 14:17 “porque el reino de Dios no es cuestión de comidas o bebidas, sino de justicia, paz y alegría en el Espíritu Santo”.

Si nuestro estado anímico habitual debe ser de Felicidad, el desafío es ¿cómo se debe trabajar para llegar a ese estado? El Estado Natural de un creyente, de un mesiánico judío debe ser un Estado de ALEGRIA.  Aprende a Sonreír más, aprende a estar siempre gozoso. Está científicamente demostrado que el solo acto de sonreír, te hace sentir bien, activa la serotonina y esto te genera bienestar y paz.  Debemos elegir el ser felices, y esto implica el elegir lo que yo pienso, lo que yo digo, lo que yo hago, como dice en Filipenses 4:8 “Por lo demás hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en eso pensad”.

Hay todo un campo de estudio tanto en el Coaching, así como en la psicología positiva, que se dedica al estudio de la Felicidad y el Bienestar. Una observación importante que efectuaron varios Coaches y psicólogos es que buscar sin pausa la felicidad por lo general no lleva a la felicidad, a menos que aprendamos cómo entender, reconocer y aceptar nuestras emociones negativas, aunque, lo más probable es que tampoco encontremos una felicidad duradera. Las emociones negativas sanas, tales como la tristeza, la frustración, la preocupación, la culpa y la vergüenza, tienen un valor funcional. Si tratamos de suprimir estas emociones negativas porque nos hacen sentir incómodos y queremos ser felices, es menos probable que lleguemos a ser felices.   Si bien el estado al que aspiramos es servir a Di-s con Felicidad, también debemos encontrar un momento y un espacio para esas emociones más negativas. Hay un lugar importante para los sentimientos de «postrados y quebrados» simbolizados por Rosh Hashaná y Iom Kipur, y esos deben ser experimentados si deseamos construir la felicidad de Sukot.  Nuestra búsqueda de servir a Di-s con alegría, también necesita incorporar una expresión saludable de las emociones negativas.  

Esto también puede reflejar otro aspecto del calendario bíblico judío que se menciona en la Parashat Emor: “La Cuenta del Ómer”, esta cuenta debe ser completa o entera, donde no debemos perder ni un día, hacerla a plenitud, lo cual también puede aludir al concepto de la plenitud personal. Por un lado, la cuenta del Ómer representa una emocionante construcción y progresión donde subamos de nivel y verla como una preparación para la entrega de la Torá, para vivir la Torá.  Por otro lado, es un momento de duelo y solemnidad; este momento requiere que validemos y experimentemos simultáneamente las emociones positivas y negativas. De esta manera, podemos servir a Di-s con todo nuestro ser y dentro de esta plenitud podemos experimentar realmente un florecimiento y crecimiento espiritual, alcanzando una verdadera Felicidad.

La Felicidad se basa en nuestra Actitud (Filipenses 4:4-5). Actitud de Agradecimiento (Efesios 5:20), Actitud de Perdón (Lucas 6:37), Actitud para Compartir y Ayudar a otros (Lucas 6:38).  Si cambias tus Pensamientos, cambian tus Actitudes, si cambias tus Actitudes, cambian tus Emociones, si cambias tus Emociones, cambia tu Vida, Si cambias tu Vida, cambia tu Destino, si cambias tu Destino, descubres la Felicidad.  Al descubrir la Felicidad, en el Trabajo lograrás: mayor Bienestar, mayor Cooperación, más Compromiso, más Resiliencia, más Creatividad, más Rendimiento, mejor Salud y más Baja Rotación, lo cual traerá como Consecuencia mayor Productividad y más Rentabilidad. Mejorando la satisfacción y el Clima Laboral, logrando Fidelizar y Retener a tus Clientes, adquiriendo mayor Credibilidad y Confianza. Logrando este Estado del Alma, para tener: Empresas y Personas Felices, Sanas y Productivas. Finalmente, recuerda: “El Señor es mi fuerza y mi escudo; mi corazón en él confía; de él recibo ayuda. Mi corazón salta de alegría, y con cánticos le daré gracias”. Salmo 28:7

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