En busca de la felicidad

Por: Familia Barrios Lara

A Di-s le interesan tanto nuestras oraciones como el hecho de que estemos alegres

La parashá de esta semana Ree -Observa- [Dt 11:26-16:17] nos habla de la posibilidad de elegir que tenemos los seres humanos entre la bendición y la maldición: «…bendición, si obedecen los mandamientos que yo, el Señor su Dios, hoy les mando obedecer; maldición, si desobedecen los mandamientos del Señor su Dios y se apartan del camino que hoy les mandó seguir, y se van tras dioses extraños que jamás han conocido»[Dt 12:27-28]…. y entonces, si la bendición y la maldición son una consecuencia tan obvia dentro de la lógica del Eterno ¿Por qué nos es tan difícil mantenernos obedientes en el camino del Eterno?

Quizá, una primera respuesta la tengamos en el nombre de esta parashá Ree רָאָה la cual no solo significa ver, mirar, contemplar; sino también traduce inspeccionar, percibir, considerar, prestar atención a, discernir, distinguir; es decir observar de una forma más profunda, prestando atención no solo a lo que estamos viendo sino también a las consecuencias, razones y propósitos de aquello que estamos viendo. ¿Y por qué es esto importante? porque vivimos en un mundo del inmediatismo (el microondas, el internet, los mensajes por chat) en donde esperar y analizar no parecen importante, y más que las consecuencias a largo plazo, pareciera que los resultados fáciles y rápidos, fueran el secreto de la felicidad.

Pero entonces… ¿Qué es realmente la felicidad? Buscando en la Torá, podemos encontrar muchas claves que nos enseñan su verdadero significado. De forma particular, en esta parashá, en seis ocasiones El Eterno nos muestra que la alegría viene por estar en su presencia y junto a nuestras familias, pues así podemos alegrarnos por las bendiciones que el Señor ha traído a nuestras vidas y por los logros de nuestro trabajo [Dt 12:712:1212:1814:2616:1116:14]. Y aún más allá, nos muestra que, cuando celebramos sus fiestas nuestra alegría es completa [Dt 16:15].

Y es que al Eterno le interesan tanto nuestras oraciones como el hecho de que estemos alegres “Estén siempre contentos. Oren en todo momento. Den gracias a Dios por todo, porque esto es lo que él quiere de ustedes como creyentes en Cristo Jesús. [1 Tes 5:16-18] ¿Por qué? Porque el gozo, es fruto del Ruaj Hakodesh -Espíritu Santo- [Gal 5:22], es un testimonio de que tenemos una relación con Hashem. La alegría es la mejor medicina para el cuerpo [Pv 17:22], a la vez que un corazón alegre es protección contra el pecado [Gn 4:6-7].

¿Cómo más podemos lograr la verdadera alegría? Sirviendo al Eterno, pero también a nuestro prójimo. La torá nos enseña que debemos servir al Eterno con alegría, porque Él nos ha dado de todo en abundancia [Dt 28:47].De hecho, no basta con cumplir mandamientos, sino que es necesario que lo hagamos con alegría [Slm 100:2]. La alegría también está en el dar a otros, “Con mi ejemplo les he mostrado que es preciso trabajar duro para ayudar a los necesitados, recordando las palabras del Señor Jesús: «Hay más dicha en dar que en recibir»”[Hch 20:35]. Nuestro regocijo viene cuando podemos compartir las bendiciones que tenemos, sobre todo con los más necesitados, a quienes damos sin esperar nada a cambio [Dt 12:12Dt 16:11].

La alegría es una actitud de vida y no puede ser un resultado de las circunstancias. Rav Shaul, es quien mejor expone este concepto, pues luego de haber superado numerosas pruebas, enseñó que «…he aprendido a estar satisfecho en cualquier situación en que me encuentre. Sé lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez» [Fil 4:11-12]. En otras palabras Rav Shaul, nos dice que aprendió a estar feliz a pesar de las circunstancias; Y ¿cómo lo logró? La respuesta está en ese mismo pasaje «(porque) todo lo puedo en Mashiaj que me fortalece» [Fil 4:13].

Yeshúa, nuestro Mashiaj, no nos impulsó a vivir una alegría de «microondas» sino precisamente con su ejemplo de vida nos motivó a estar en busca de la verdadera felicidad «…Yeshúa, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien, por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba…» [Hb 12:2]. Y es que nuestra felicidad, no puede basarse en las circunstancias que nos rodean, en sí me fue bien o mal en el trabajo, o si las cosas salieron o no como esperaba… debemos apuntarle a la felicidad verdadera, a la alegría verdadera; la que proviene de estar en la presencia del Eterno.

Es necesario entender que ésta vida -tanto sus placeres, como sus pruebas- es tan solo un breve instante en el tiempo, comparada con la Eternidad; y en ese orden de ideas, apuntar no a una alegría que dependa de los likes, los ceros de la cuenta bancaria o las circunstancias en las que estemos; sino a la felicidad verdadera, al dar, el perdonar y estar con nuestra familia; pero sobre todo en la presencia del Eterno. En palabras de Yeshúa «»No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar. Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón» [Mt 6:19-21]

¡Shavua tov!

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Por familia Barrios Lara

Somos Deivy Barrios y Natalia Lara, casados desde el 2016, padres de 3 pequeños y comunitarios de Yovel.***